@pablojair
Rocío Nahle García demostró firmeza como gobernadora de Veracruz y experiencia como parlamentaria ante diputados del Congreso del Estado este miércoles, en el marco de su comparecencia con motivo de la glosa del Primer Informe de Gobierno.
Los legisladores —incluidos los de oposición— han sido testigos de que el trabajo de la mandataria es real y palpable, por lo que se fueron cabizbajos los que quisieron confrontar y hacer crítica incendiaria, esperando una reacción furibunda o de enojo.
Uno a uno se desinflaron los que arremetieron, mientras transcurría el discurso y debate de altura en el recinto legislativo.
Rocío Nahle se mantuvo ecuánime, serena y respondió con conocimientos, de manera fina y clara, cada pregunta que le plantearon las bancadas del PRI, PAN y MC. Haga de cuenta que la gobernadora hizo mucho yoga antes de llegar al Congreso del Estado, porque fue un día de campo y contestó con toda tranquilidad y diplomacia a sus detractores.
Incluso, dijo estar a favor de la crítica.
En este sentido, la comparecencia de este miércoles (la primera de la primera mujer gobernadora de Veracruz) no fue un simple ejercicio protocolario: fue una demostración del tipo de mujer que hoy gobierna Veracruz: formada en la disciplina técnica, con trayectoria legislativa sólida y con la convicción de que el servicio público se honra con resultados comprobables.
Su intervención confirmó que en Veracruz la Cuarta Transformación no es un eslogan, sino una forma de gobernar donde la transparencia, la responsabilidad y la cercanía con el pueblo son principios irrenunciables.
Durante su exposición, Rocío Nahle no solo detalló avances; articuló una visión, explicó con precisión cómo se están ordenando las finanzas, consolidando proyectos estratégicos y fortaleciendo áreas como salud, educación, infraestructura social y seguridad. Cada cifra presentada fue acompañada de un contexto y una ruta de continuidad, dejando claro que su administración no improvisa: planea, ejecuta y evalúa.
En un entorno político donde las estridencias suelen opacar el análisis (más en Veracruz, que somos hartos “grillos” y es deporte popular), la gobernadora optó por elevar el nivel del debate. Mostró apertura al diálogo, respeto institucional y firmeza en los temas donde Veracruz avanza, incluso por encima de desafíos heredados. Esa combinación —carácter y claridad— colocó a la oposición en un terreno donde ya no bastan los discursos vacíos; ahora se exige sustancia.
Por ejemplo, hubo quienes criticaron que el secretario de Finanzas es originario de Puebla, lo que la gobernadora no negó y condenó el hecho de que se discrimine por el origen… Pero eso es lo único que trae la oposición: “que fulanita es de este estado, que menganito de este otro”… y ya… Hasta ahí les llega el localismo a ultranza como “crítica”.
El mensaje final de la gobernadora Rocío Nahle fue quizá el momento más potente: reiteró que Veracruz seguirá moviéndose hacia adelante con un gobierno que escucha, que corrige cuando es necesario y que no se desvía del compromiso central: responderle al pueblo con hechos, no con promesas; con voluntad, firmeza y arrojo.
Este miércoles quedó claro que Rocío Nahle no solo encabeza un proyecto político; encabeza una transformación que se sostiene en la disciplina, el trabajo y la rendición de cuentas. Dejó en evidencia que no está en la lógica de confrontar por confrontar, sino en la lógica de construir, sumar y garantizar que cada acción de su gobierno tenga un impacto directo en la vida de las y los veracruzanos.
Esa es la esencia de una administración que entiende el momento histórico del estado: un Veracruz que exige madurez, resultados tangibles y una conducción con visión estratégica.
Así, frente al Congreso, quedó patente que eso es justamente lo que Veracruz tiene en el Palacio de Gobierno.
NAHLE EN EL RANKING DE MEJORES GOBERNADORES
Por cierto, la encuestadora Rubrum (una de las más confiables en recientes años) dio a conocer un estudio en pasados días titulado “Evaluación ciudadana a gobernadores – Diciembre 2025”, donde se analiza cómo van los mandatarios estatales.
Teniendo en cuenta que 23 de los 32 estados de la república mexicana son gobernados por Morena (24, si sumamos uno gobernado por el partido Verde como aliado), el caso de Veracruz queda en sexto lugar con 6 puntos de calificación como de las entidades mejor aprobadas entre los gobiernos de la llamada Cuarta Transformación, donde la mínima calificación es 1 y la máxima es 9.
Está incluso por encima de entidades muy pobladas como la Ciudad de México, Estado de México, y prácticamente empatada (diferencia de décimas) con Jalisco, gobernada por Movimiento Ciudadano. Esto no debe perderse de vista, pues son los estados clave para ganar elecciones.
A nivel general, Veracruz ocupa el quinceavo lugar, aunque el primer lugar (Coahuila), tiene 7.82 puntos.
“Not bad”, como dirían los gabachos, pero se puede hacer mejor.
Ya de entrada, el tema de que la deuda en Veracruz bajó un 41.6% (de 119 mil 388 a 69 mil 645 millones de pesos), en tan sólo un año, parece que no lo quieren reconocer los de la oposición, justo donde hay varios políticos y políticas que contribuyeron a que creciera esa crisis, ya sea por contribución u omisión.
Pero ahí va la gober con su primer año. Poco a poco. Pian, pianito y con orden, para ardor de muchos que nunca llegarán a la misma silla que hoy ocupa Rocío Nahle.

