+ El agasajo en Agua Dulce.
+ Franceses en Veracruz.
+ Varios ejecutados en 48 horas.
Aquí se reciben dólares y euros para cooperar para la fianza del líder de La Luz del Mambo
–Chopenjawer
Cuando apenas estaba en secundaria, recuerdo que ya me gustaban ciertos temas políticos y periodísticos: estaban la guerrilla del EZLN y los recientes magnicidios de Colosio y Ruiz Massieu; era una época convulsa y no faltaban la influencia de los libros de Rius, las historias de los moneros de El Chahuistle, las pláticas con el Ricardo o las clases con el profe Danilo Valenzuela.
Alguien me decía que también valía la pena leer a Catón por aquello de sus chistes. Mi abuelo materno Nico, sin duda, también fue una gran influencia por su gran afición a la lectura.
Honestamente pensaba estudiar antropología, por la rebeldía que tenemos pocos dentro de la familia para mandar al carajo una plaza de Pemex. De eso tienen culpa los tíos Manuel y Benito (por eso los admiro tanto).
Por azares del destino, uno acabó trabajando en la televisora local de Cablemás, en Minatitlán, en lo que eran los resabios de aquel canal 12 que llegó a tener una barra programática extensa y alto rating, pese a las limitaciones técnicas. Ya ni se diga de la parte económica: muchos iniciaron ahí por amor a la camiseta, dando rienda suelta a toda la creatividad.
Luego salta uno a la UGM porque no hay chance de ir a Veracruz a estudiar a la Universidad Veracruzana por cuestiones económicas, pero te enteras que el plan de estudios es el mismo que el de la UV y a la mitad de la carrera te puedes cambiar a la FACICO; no obstante, ves que te tocan buenos maestros, muchos excelentes (a los que les tengo gran respeto, cariño y agradecimiento) y no hay necesidad de salir del rancho.
De ahí han pasado poco más de 20 años en estos andares, pasando por productoras locales de videos corporativos hasta el tiempo invaluable con los hermanos Vázquez Chagoya, a los que les he aprendido mucho.
Dentro de los medios cambia todo el panorama que te enseñan en la escuela: las largas jornadas, los desvelos, las comidas a deshoras, las caminatas y esperas extenuantes, que siguen todavía. Siguen también las mismas condiciones laborales: sin seguro médico, sin prestaciones, bajos salarios. Para acabarla de amolar, siguen todavía los pasquineros que no escriben en ningún lado o tratan de engañar con un Jornada o Reforma bajo el brazo para pedirle dinero al que se deje. “Los Zetas” les dicen, porque nomás van por la cuota.
En contraparte, sí han cambiado algunas cosas, especialmente por la revolución tecnológica, pero en esencia es lo mismo: la búsqueda de la nota, de la entrevista, la fotografía, la imagen. Hace tiempo puse en una solicitud de trabajo que hoy se hace periodismo hasta con un celular (y eso que todavía no había muchos teléfonos de los llamados “inteligentes”) y creo que me quedé corto en mi premonición.
Recuerdo que Don César tenía en su oficina un recorte de periódico pegado en la pared. Era una entrevista que le hacían a Bill Gates, en el periódico Milenio, cuyo titular decía más o menos así “En el futuro, el periodismo será digital”. Vázquez Chagoya lo tenía presente porque sabía –en ese entonces– que lo más novedoso era tener una página web, aparte de ser mucho más barato que imprimir un semanario, revista o diario. Todavía no existían las redes sociales que hoy influyen en la vida diaria y la jornada periodística.
También recuerdo que Don Gabriel Arellano (ya trabajando uno con Vázquez Chagoya) fue el primer dueño de un medio que se interesó por las marihuanadas que escribía; me dijo “envíame tus colaboraciones”, a lo que yo entendía como “no te voy a pagar”, pero cual fue mi sorpresa que “las colaboraciones”, principalmente artículos de fondo o de opinión, me fueron remunerados… “¡No manches, aquí en Xalapa pagan por opinar!”.
Hemos visto desde 2003 los cambios en Palacio de Gobierno desde el muy “fifí” de Miguel Alemán, pasando por el populismo de Fidel Herrera, las transas de Javier Duarte, el corto bienio de Yunes Linares y la llegada de la izquierda al Palacio de Gobierno. En todos, lamentablemente, también se vivieron los inicios y el empoderamiento de la delincuencia organizada, épocas muy difíciles también para el periodismo en Veracruz.
En esos gobiernos se recuerdan los brindis de Alemán para unos cuantos invitados en lo que era Casa Veracruz; había vino, bocadillos y todo así bien fresa. Con Fidel es que comenzaron sedes alternativas como la Casa de Piedra o la Hacienda La Orduña y más abierto para todo el mundo, no sólo para dueños y periodistas de “renombre”; con Duarte la relación con la prensa comenzó a decaer, pues lo que originalmente era un convivio donde se llegaron hasta a regalar autos y viajes, se convirtió en “cobraderas” a donde llegaban los directivos y propietarios de medios para exigir que les pagaran los espacios donde ya se habían difundido actividades del Gobierno. Se recuerda que uno de esos convivios muy criticados fue cuando dieron antojitos mal hechos a la prensa; otra ocasión se hizo en grande allá en el World Trade Center, y hasta trajeron a Enrique Guzmán para amenizar, pero muy pocos fueron los que se quedaron para verlo.
Don Gabriel decía que en algo teníamos que agradecerle a Duarte; gracias a que se estaba robando todo el dinero en Comunicación Social, podíamos decir que en los dos últimos años del Duartismo aprendieron muchos medios de comunicación a sobrevivir sin dinero del Gobierno del Estado. (Don César, Don Gabriel, se les manda fuerte abrazo terrenal).
Con Yunes Linares de plano se rompieron las relaciones con la prensa local, pues el señor y sus colaboradores salieron más mamilas y sólo trataban con medios nacionales e “influencers”. Sólo al final del gobierno, cuando vio que su hijo nomás no levantaba en las encuestas a la gubernatura, es que le apostó a algunos medios en la entidad, pero la mayoría lo mandó a freír espárragos porque ya veían un escenario a favor de MORENA y que su hijo iba a perder… por “huleros”.
Ahora que ha llegado la “Cuarta Transformeishion”, las cosas siguen complicadas tanto para medios como para periodistas, especialmente porque el panorama laboral se ve difícil ante el crecimiento de redes sociales y las tecnologías que prácticamente han desplazado a los medios convencionales como la televisión o los impresos. Siguen tronando empresas, cerrándose espacios para reporteros, fotógrafos, camarógrafos, etc. Para muchos directivos se ha convertido en una pesadilla conseguir la quincena para sostener a sus plantillas, ya muy adelgazadas por los recortes.
Incluso hay algunos medios que han apostado a contratar a los becarios-ninis de la Cuarta Transformación, para ver si así pueden ahorrarse los pagos de nómina y sostenerse aunque sea con alfileres.
A la llegada de Cuitláhuac García Jiménez quizás muchos estén esperanzados de que regresen aquellos tiempos en que caían la millonada a medios y las maletas llenas de fajos de billetes en reuniones privadas o VIP con algunos periodistas. De hecho, algo inédito es que se aprobó una Ley Estatal de Comunicación Social para tener regularizados a los proveedores del gobierno (entiéndase por “proveedores” a las empresas periodísticas) y eso tiene nerviosos a muchos por los requisitos que piden.
Hasta el cierre de esta edición, se desconoce si este 7 de junio habrá convivio del gobernador con medios. Según la agenda, sólo está programada una conferencia de prensa a las 10 de la mañana en el World Trade Center de Boca del Río y quizás ahí el gober haga baño de pueblo con periodistas.
El 4 de enero quisieron festejar al gremio, pero no faltaron los mezquinos que tanto enarbolaron el nombre de Regina Martínez para sus causas personales y rechazaron un premio estatal con el nombre de la legendaria corresponsal de La Jornada y Proceso.
En estas recientes horas, también han habido desafortunados acontecimientos que en nada ayudan a la relación con medios: lo del “chile que no les embona”, declarado por el secretario de Salud a periodistas que cuestionaban el asunto de la compra de medicamentos; o el maltrato físico que hizo un guardia de seguridad del Congreso del Estado a la reportera papanteca Concepción Sánchez.
Uno diría que son gajes del oficio, pero la verdad es que el gremio ya está hasta la madre del maltrato y actitudes déspotas de los soberbios, especialmente cuando apenas tienen 6 meses el poder y hay un largo tramo que, eventualmente (así como los demás regímenes) termina.
Y otra vez a lidiar con los nuevos inquilinos. Y así veremos más 7 de junio pasando, con otros actores condenados al inevitable olvido.
NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: En Agua Dulce, la Dirección de Cultura quiso celebrar a los marinos el 1 de junio, pero tuvieron un evento muy mal organizado y de pena ajena… ¡Ah!, pero cuando acabó el “festejo”, la titular, Lorena Campos, junto con la contralora Célica Segura (suplente de la diputada federal de MORENA, Tania Santos) se dieron un agasajo a cuenta del erario en un restaurante a orillas del río Tonalá, pero muy en corto, muy en privado, sólo para quince empleados municipales, sin invitar tampoco a los festejados de la Secretaría de Marina. Ya ni porque tienen el apoyo de la Policía Naval para cuidar el rancho después de tanto muerto. La fiestecita lo realizaron, por cierto, cuando el alcalde Sergio Guzmán Ricárdez andaba ausente en su municipio.
OTRA NOTA: Los franceses andan visitando a Veracruz: la muy vista youtuber francesa radicada en México, Séverine Grave, acaba de lanzar un video sobre la historia de la ciudad de Orizaba; anunció que estará también en San Rafael y Jicaltepec, donde se asentaron comunidades francesas… También llegan al puerto de Veracruz, el 11 de junio, los buques LHD-Tonerre (porta helicópteros de desembarco anfibio) y la fragata La Fayette, de la Armada de Francia, como parte de la misión “Juana de Arco 2019” para estrechar relaciones de cooperación militar entre ambos países. De esto último informó el blog Estado Mayor.
LA ÚLTIMA PORQUE ES VIERNES PARA ROLAR: Van ocho ejecutados entre miércoles y jueves allá en Minatitlán, Coatzacoalcos y Cosoleacaque, en menos de 48 horas. Está cañón, en verdad.
@pablojair