No son pocos los empleados o ex empleados del Gobierno de Veracruz quienes se han acercado a este autor para platicar su caso personal: nunca esperaron que fuesen despedidos, que los vincularan con Duarte como si fuesen parte de la camarilla que saqueó a Veracruz.
Hoy, personas que entraron a trabajar al Gobierno de Veracruz (algunos desde los tiempos de Alemán Velasco) están siendo despedidas, así sin más: una patada en el trasero y que le vaya bien.
Hay temor porque los despidos masivos siguen. De hecho ya circulan oficios (el de la Secretaría de Educación y de la Fiscalía General del Estado ya son públicos; en Seguro Popular también cesaron a los empleados) donde si bien se usan términos técnicos y mencionan que ahora el personal será evaluado por Recursos Humanos, la realidad es que todo lo anterior huele a un protocolo disfrazado para ir sacando a empleados, colocar a los suyos propios e ir armando una estructura -en su mayoría proveniente del ISSSTE y otros estados- con fines electorales y con miras al 2017/2018.
Y es que Yunes está realizando lo que los panistas no hicieron mientras estuvieron en Los Pinos: nunca se ocuparon por desmantelar la estructura burocrática que durante muchos años fue armando el PRI. Yunes hoy no comete ese error en Veracruz.
Parece irónico, pero se sabe que muchos de los burócratas del Gobierno de Veracruz fueron los que más promovieron el voto a favor de Miguel Ángel Yunes Linares. En redes sociales manifestaban su rechazo al PRI, se burlaban del prófugo Duarte en memes, y hasta compartían mensajes del hoy gobernador de Veracruz.
Quizás en aras de conservar su trabajo, pero el burócrata sirvió de mucho a la campaña para terminar de enterrar al PRI, siendo ellos testigos directos de los abusos de Duarte y su palomilla en la administración estatal: llegada de recomendados, aviadores, novias y novios que cobraban salarios excesivos en nómina y ni siquiera trabajaban; jefes que ni siquiera llegaban a la oficina y todo lo ordenaban a distancia, problemas financieros donde no había gasolina ni para los vehículos oficiales y una serie de abusos por los cuales la burocracia terminó por castigar al PRI, a Duarte y, por ende, al candidato Héctor Yunes Landa.
Lo mismo puede decirse que pasó con un sector del gremio periodístico, que al sumarse a la campaña anti-Duartista, al parecer nunca consideraron que los propietarios de medios tenían puestos sus intereses en que siguiera el PRI en el poder.
Para muchos no debe sorprender lo anterior: se comentaba desde antes de la campaña para la gubernatura que si llegaba Yunes se encargaría de borrar todo lo que oliera a Fidel Herrera o Javier Duarte, dada su historia trepadora en la política y de traiciones ampliamente documentadas. Se decía: “No lo conocen y lo van a conocer”.
Lo malo es que en campaña dijo a los burócratas que no se preocuparan por sus fuentes de trabajo: ahora lo están conociendo.
Querían el cambio… Lo malo fue el costo.
CERO TOLERANCIA A BLOQUEOS Y TOMAS; INSEGURIDAD CRECE
Algo que reconocer del nuevo gobierno –y precisamente por lo que están conociendo a Yunes Linares– es que los bloqueos a los que nos tenían acostumbrados en Xalapa han ido desapareciendo; ha mostrado cero tolerancia a la toma también de casetas u oficinas públicas, como en el caso del puente Coatzacoalcos Uno. A esto se contrapone que volvieron los asaltos en la autopista La Tinaja-Cosoleacaque y el secuestro de una persona en la colonia El Tesoro, del antiguo Puerto México: la delincuencia sigue operando como si nada; de hecho, también en la zona conurbada es donde se han disparado los asaltos.
Lo curioso es que Yunes revivió una frase de Eduardo Medina Mora, entonces procurador general de la república en el sexenio de Felipe Calderón, cuando se aventó aquella puntada de que “aunque no lo parezca, vamos ganando”; esta vez el veracruzano lo dijo en el puerto de Veracruz este día 31, donde el gober aseguró que pese a la violencia, los operativos están funcionando… Seeeeee…
Será interesante también cómo resolverá el asunto del agua en la presa Yuribia, ubicada en Tatahuicapan, y que regularmente es usada como objeto de chantaje para protestas de los serranos; es una zona difícil y Yunes lo sabe: los grupos de ahí son bravos y no se dejan ante nadie.
EPÍLOGO: Que los taxis ya incrementaron las tarifas por el “gasolinazo”, lo que hasta el momento se desconoce si ya fue autorizado por el Gobierno del Estado. También debería meterse orden en Transporte Público, que fue muy tolerado y consentido en el priato.
@pablojair