¿Por qué Carlos Slim insistía en leer el libro de Donald Trump? Aquí la explicación…

“La ‘doctrina Trump’, explicada en libro recomendado por Slim”, es el título de un texto publicado por el portal del diario El Informador, con sede en Guadalajara, Jalisco, en cuyo texto firmado por Raúl Romero, se detalla que los planes para México por parte del Presidente de los Estados Unidos, ya estaban planteados desde hace rato. Aquí el texto…

Aquí se ofrece un resumen de la lectura del libro “Great Again” (“Grande otra vez”) que Carlos Slim recomendó insistentemente en la sorpresiva conferencia de prensa que ofreció el viernes pasado.

El libro, publicado originalmente en 2015 con el título “Crippled America” (“Estados Unidos lisiado”) expone el programa que el ahora presidente de Estados Unidos planea aplicar en política interior y exterior así como los medios que piensa usar para poner en práctica las medidas que propone, entre ellas el muro entre México y Estados Unidos.

“Great Again” muestra los componentes de la estrategia que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca. A las grandes empresas ofrece relajación de las medidas para proteger el medio ambiente y un ejército gigantesco, con la derrama económica que traerá consigo. Para la clase media y baja hay promesas de más empleos y menos impuestos, defensa de la religión y del derecho a portar armas, pero sobre todo un sentimiento de revancha en el plano internacional. Es ahí donde México juega un papel importante.

De acuerdo a Trump, el problema de Estados Unidos es que ha dejado de “ganar” y ha perdido respeto. El mundo, afirma el ahora presidente electo, no ve a los Estados Unidos como “Tío Sam”, sino como “Tío Tarado”. La lista de países que se habrían aprovechado de la nobleza estadounidense es larga y abarca prácticamente todo el mundo, pero hay un país que merece un lugar especial en la lista de agravios de Trump: México.

El muro y buenos vecinos

Carlos Slim no hablaba a la ligera al afirmar que hay que leer “Great Again” para entender a Trump. La relación con México ocupa el tercer capítulo del libro, después de una introducción general (“Ganando otra vez”) y un ataque a los medios de comunicación (“Nuestra ‘imparcial’ prensa política”). En la vida real, tal como en el libro, el muro fronterizo fue uno de las primeras cuestiones acometidas por Trump.

El capítulo dedicado a nuestro país lleva por título “Buenos muros hacen buenos vecinos”. Fiel a su estilo, Trump mezcla elogios rimbombantes con ataques. “Tengo muchísimo respeto por la gente de México”, escribe. “La gente tiene un espíritu tremendo. He hecho tratos con empresarios mexicanos. Pero esos empresarios no son la gente que el gobierno mexicano nos está enviando”.

“La construcción del muro debe empezar cuanto antes. Y México tiene que pagar por él. Déjenme repetirlo, de una u otra forma: México tiene que pagar por él”, escribe.

El capítulo está plagado de falsedades y medias verdades. No importa que esté documentado que la migración de México a Estados Unidos está en franco declive y que de hecho entre el 2009 y 2014 más mexicanos volvieron a México de los que entraron. No importa que el ahora presidente de Estados Unidos defienda su proyecto argumentando que el mismo México tiene un muro en su frontera con Guatemala, lo cual es falso. Los “hechos alternativos” expuestos en el libro han sido adoptados como verdades oficiales por muchos seguidores de Trump.

Al momento de escribir “Great Again”, en el 2015, Trump ya tenía en mente estrategias para obtener de México los fondos para pagar por el muro. “¿Cómo?”, pregunta. “Podríamos incrementar los varios cargos de frontera que cobramos. Podríamos aumentar el costo de las visas temporales. Podríamos incluso expropiar las remesas que provengan de salarios ilegales. Los gobiernos extranjeros podrían comenzar a decirles a sus embajadas que ayuden, de otro modo se arriesgarían a tener relaciones problemáticas con Estados Unidos”.

No aclara a cuáles “gobiernos extranjeros” se refiere Trump, aunque implicaría la inclusión de otros países además de México y Estados Unidos en la cuestión.

“Si es necesario podríamos pagar por el muro a través de un arancel”, continúa el empresario,”o cortando la ayuda económica a México, o simplemente dejando claro al gobierno mexicano que pagar por él es conveniente para su beneficiosa (para ellos) relación con Estados Unidos”.

“El muro será un buen inicio, pero por sí mismo no será suficiente”, afirma el ahora presidente, que de entre las medidas usadas en el pasado para regular la migración elogia la operación “Wetback” (“Espalda mojada”), llevada a cabo en 1954 durante la administración de Dwight Eisenhower.

“Incluso con ese terrible nombre fue exitosa”, explica Trump. “Se trató de un esfuerzo conjunto entre el Servicio de Inmigración y Naturalización y el gobierno mexicano. Fueron creados grupos especiales de inmigración para someter a proceso y deportar a inmigrantes ilegales. Una de las razones por las que funcionó es que las personas atrapadas fueron entregadas a agentes mexicanos que los llevaron al centro de México, donde pudieron encontrar empleos”.

Neil Foley, autor del libro “Mexicans in the making of America” describe la operación como una “expulsión masiva”, de carácter “casi militar”. El que Trump tenga en mente ese antecedente histórico puede ofrecer un atisbo de sus intenciones respecto a la migración.

Trump y el resto del mundo

México es sólo la primer cuenta pendiente en la lista de Trump, quien afirma, “si vamos a ser la policía del mundo al menos deberían pagarnos” y explica, “defendemos a Alemania. Defendemos a Japón. Defendemos a Corea del Sur. Son países poderosos y ricos. No obtenemos nada de ellos”.

Trump usa una frase de Mike Tyson para definir su política exterior, “todo mundo tiene un plan hasta que recibe un golpe en la boca”. Propone combatir al ejército islámico bombardeando los pozos petrolíferos de Irak y Siria y afirma que si Irán no permite la inspección de sus instalaciones atómicas no quedará otro remedio que “tomar acción militar”. Además promete “ser duro” con China.

En política interior defiende el derecho de los ciudadanos a comprar y portar armas (un punto irrenunciable para los conservadores de Estados Unidos), se declara profundamente cristiano, niega el cambio climático y promete permitir la explotación de los hidrocarburos de Estados Unidos usando el “fracking” o estimulación hidráulica, que consiste en la perforación de pozos para después inyectar líquido a alta presión para liberar gas y petróleo. La técnica es controversial porque hay bases fundadas para pensar que puede provocar terremotos.

Como observa Carlos Slim, quien afirma que “Trump no es Terminator sino ‘Negociator’”, en “Great Again” el concepto “negociación” y sus derivados aparecen constantemente. Una lectura atenta de la manera en que Trump negociar en el plano internacional puede ofrecer una idea de cómo procederá con la cuestión del muro fronterizo. Trump no excluye entablar conversaciones con Irán para evitar la intervención militar y después de llamar “enemigo” a China explica “tenemos que usar los factores a nuestro favor para cambiar la situación de modo que favorezca a Estados Unidos y nuestra gente. Tenemos que ser duros con los Chinos”.

La “doctrina Trump” podría resumirse de este modo con las palabras de su autor: Primero, “operar desde una posición de fortaleza económica”, y luego “pienso en grande. Apunto muy alto, y sigo presionando y presionando hacia ese objetivo y más allá. Al final puede que no obtenga todo lo que quiero (eso lo entiendo), pero nunca voy a comprometer los objetivos básicos que me propongo”.

EL DATO

Para los interesados en el libro está disponible en México en versión electrónica en tiendas en línea como Gandhi.com y Google Play Store por un precio que oscila entre los 200 y 300 pesos, aunque de momento no se encuentra traducción oficial al español.

Fuente: EL INFORMADOR / RAÚL ROMERO

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