ColumnaSinNombre: REACCIONES POR ASESINATO DE MONLUÍ; ¿YUNES TAMBIÉN ES DUARTE?

Julio Hernández, periodista y autor de la columna ASTILLERO, envió a través de su cuenta de Twitter un tópico demoledor: #YunesTambiénEsDuarte, con eso de que el gobernador Yunes Linares ha manifestado que no le gusta que lo comparen con el prófugo.

La comparación abarca un amplio espectro: Yunes no sólo ha tenido deslices como el de los Frutsis y Pingüinos (ahora son Cocas y 100 pesos), sino que al final de cuentas, aunque sea distinto partido y personaje, sigue habiendo la misma tónica del gobierno.

Por ejemplo, Yunes Linares acudió al funeral de Ricardo Monluí, el primer periodista asesinado en su régimen; igual que lo hizo Duarte con los deudos del asesinado Milo Vela, cuando le dio pésame al hijo sobreviviente y a directivos de Notiver.

En el mismo sentido habrá qué dejar en claro que es el primer periodista asesinado dentro de la administración del “gober cascarita” y tendrá que lidiar con ello, aunque el caso lo haya atraído la PGR como ocurrió en casos de asesinatos de periodistas en el Duartismo.

Que al igual que con Javier Duarte se dispararon la violencia y las ejecuciones, los primeros tres meses del “gober cascarita” han estado plagados de ejecutados y secuestrados, en una violencia que no parece ceder. Que así como Duarte trajo a la Marina, Yunes trajo a la Gendarmería, y medio se aplacó el asunto en algunos puntos álgidos, especialmente en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río.

Lo que se ha venido manejando en el discurso oficial es que este gobierno no oculta muertos, no oculta ejecutados, no oculta la violencia… ¡Vaya consuelo tener que admitir que vivimos en un estado donde se nos dicen las verdades, mientras sigue habiendo el reguero de sangre por todos lados!… O sea, siguen habiendo ejecuciones, levantones y fosas, pero debemos celebrar que todo lo sabemos gracias al gobierno… No, pos chido.

Los periodistas, ante tal situación, no callaron (a excepción de algunos chairos frustrados que ahora están amordazados); compañeros de Ricardo Monluí en la ciudad de Córdoba realizaron protestas desde este domingo y marcharon este lunes por el atroz asesinato del autor de la columna “Crisol”.

Otras reacciones fueron por parte del reconocido periodista veracruzano Ricardo Ravelo, quien a través de redes sociales señaló: “Siguen sin aclararse crímenes de reporteros en Veracruz en el gobierno de Duarte y continúan los asesinatos de periodistas ahora con Yunes… Veracruz está convertido en un cementerio de cadáveres y de impunidad. Nadie pone orden. Es tierra de nadie, un pueblo en tinieblas”.

Por su parte, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) exigió investigar con prontitud y profundidad el asesinato del periodista Ricardo Monluí Cabrera: el presidente la Comisión de Libertad de Prensa e Información de la SIP, Roberto Rock, expresó solidaridad con los familiares y colegas e instó a las autoridades correspondientes a “cumplir con su deber de investigar de manera expedita para conocer los móviles del asesinato, identificar a los responsables y llevarlos ante la justicia”.

Y a diferencia de su homóloga estatal –que anda tragando rebanadas de lo que se imaginan– la Comisión Nacional de Derechos Humanos sí condenó el homicidio de Monlui Cabrera, además de destacar que la muerte del periodista es la número 122 desde el año 2000 y la número 20 en Veracruz; también calificó al estado como la entidad federativa más peligrosa para ejercer el periodismo en el país.

La Asociación de Periodistas del Sur de Veracruz A.C. (APSUV), expresó su indignación y consternación por el asesinato de Mounlí Cabrera, y exhortó que “que este artero crimen no quede en la impunidad como muchos más que han ocurrido a lo largo y ancho del Estado de Veracruz”.

Mujeres periodistas del sur de la entidad veracruzana, también patentizaron en un comunicado su pesar a la familia del periodista Ricardo Monluí y se sumaron a las exigencias que hacen las organizaciones y periodistas de todo el estado: “Que no quede en la impunidad este crimen, que vuelve a lastimar y enlutar al gremio periodístico de Veracruz”.

EPÍLOGO: El “gober cascarita” lo fajó, lo manoseó, lo encueró, hizo que se bajara los calzones, le sacó información y al final lo dejó usado, lubricado, dilatado y alborotado por la candidatura de Pánuco. La otra es que el CEN del PAN le esté mandando un mensaje a Yunes Linares de que no le están gustando los candidatos que está proponiendo para las presidencias municipales y tuvieron que enmendarle la plana… ¿Será el principio de muchos candidatos caídos en el PAN-PRD? Parece que la información de REFORMA salió contraproducente… ¡Ay weeey!

@pablojair

ColumnasinNombre: ASESINARON A RICARDO MONLUI; LA EXCLUSIVA ARRUINADA AL FISCAL

Domingo funesto: mataron al periodista Ricardo Monluí Cabrera, autor de la muy leída columna “Crisol”, con gran influencia en la región de Córdoba. Lo balearon afuera de un restaurante en Yanga mientras iba en compañía de su esposa e hijo.

Monluí era experto en el tema cañero. Estaba muy empapado de él. De hecho fue jefe de prensa de Daniel Pérez Valdés, líder sindical de esa industria, que ha tenido mucha nota roja últimamente.

Domingo muy violento en Veracruz: por lo menos 10 ejecutados en las últimas horas, contando a Monluí. Masacre de policías y civiles en Coxquihui, encajuelado en Poza Rica, ejecutado en la carretera Córdoba-Veracruz, hasta el cierre de esta edición… ¿El experto en seguridad seguirá echando cascaritas en la playa?

Según ya se investiga el caso de Don Ricardo. La premura es: se indaga si el asesinato tiene que ver con su profesión, como si ser periodista fuese algo que se puede quitar por andar en la calle. Lo mismo decía Duarte de Moisés Sánchez, el ejecutado en Medellín: que era taxista; al menos en el caso de Don Ricardo, creo que era obvio a qué se dedicaba.

Que en este gobierno sí reconocen las malas noticias y aumento de ejecuciones (no como ya-saben-quién-que-anda-de-pelada). Vaya consuelo: admitir un estado azotado por la violencia y ejecuciones.

A lo mejor antes de empezar a amarrarse el dedo, el gobierno estatal y su gober “cascarita” mejor comenzaran a pensar que la situación para medios está crítica, pero sus ánimos vengativos los nublan. Ellos andan en el asunto electoral para perpetuarse. Veracruz les vale gaver: esa es la realidad.

Una pena el deceso de Monluí, a quien teníamos el gusto de leer. Descanse en paz.

LE ARRUINAN LA EXCLUSIVA AL FISCAL

Este 16 de marzo, a las 7 de la mañana, el fiscal general del estado, Jorge Winckler Ortiz, e integrantes del Colectivo Solecito (grupo de civiles que se ha dedicado a detectar narcofosas en busca de familiares) se reunirían en el conjunto habitacional Colinas de Santa Fe, del puerto de Veracruz, para ir a un recorrido por las tumbas clandestinas ahí localizadas.

En días previos, el fiscal ya había sostenido una confrontación verbal y tuitera con los integrantes de dicho colectivo por el protagonismo del funcionario en el tema de los desaparecidos. Por ejemplo, mientras el fiscal hablaba de las fosas como si tuviera pleno conocimiento de éstas, los de Solecito acusaron que Winckler ni siquiera se había parado por la zona.

A lo anterior, súmese que los familiares de desaparecidos ya habían demostrado su molestia por la descortesía del titular de la Fiscalía cuando en una ocasión los dejó 4 horas esperándolos a la intemperie.

Ese jueves el fiscal Winckler y Solecito entrarían a la zona de las narcofosas de Colinas de Santa Fe, pero sin convocar a la prensa: acuerdo previo porque los medios (esos “pinches medios”, diría Bermúdez) luego meten desorden y podrían alterar la escena del crimen.

Pero esos “pinches medios” (parafraseando al vinculado Bermúdez) ya sabe cómo son que se enteran de todo, y antes de que llegara el Fiscal ahí ya estaban decenas de periodistas haciendo guardia en la entrada de las tumbas, al igual que policías ministeriales y de Seguridad Pública que resguardaban la llegada.

Al mismo punto, aunque no en el grupo de los periodistas veracruzanos y reporteros de medios locales, llegó un equipo de Televisa desde la Ciudad de México para realizar un trabajo especial que se transmitirían en los noticieros estelares de dicha televisora. Su presencia, de acuerdo a colegas, se debía a que el Fiscal los había llevado para darles una exclusiva del acceso a las narcofosas.

Y es que, según versiones de los propios compañeros, medios locales tenían meses tratando de entrar al lugar pero les era impedido el acceso por motivos periciales. Ese día era el adecuado por la presencia del Colectivo y el Fiscal, pero los medios no fueron convocados, a excepción del equipo que llevó Winckler para regalarles la exclusiva.

Dicha estrategia de medios era para la obvia intención de limpiar tantito la imagen de Winckler Ortiz en el tema de las fosas clandestinas, donde el fiscal no ha salido bien librado por su protagonismo y ocurrencias… Pero la presencia de los medios veracruzanos, le arruinó el plan al titular de la Fiscalía.

Fue así que una caravana de medios locales entró por la fuerza, con portazo incluido, a las fosas clandestinas a las que querían ir desde hace tiempo pero les habían negado el acceso. Fue así como le arruinaron el show al Fiscal, que al final no quiso dar declaración alguna y emprendió la graciosa huida.

EPÍLOGO: Hay que decirlo: el festival Vive Latino se comió a la Cumbre Tajín. Otro evento turístico de peso que se va al caño como Tlacotalpan y su niño/fiscal Juan Garrison; y el Carnaval, al que le pusieron todas las trabas. Así la promoción turística en Veracruz. Penita ajena por el secre “Nahual”.

@pablojair

SANTA FE… HUELE A MUERTE

Este oficio ha enseñado a agudizar el instinto; a convertirse en esclavo de la sospecha. No es para menos: la cerrazón de autoridades que nunca informan o resguardan información por intereses políticos, lleva precisamente a indagar, a rascarle, a buscar. A veces se atina, a veces no: el trabajo periodístico puede o no estar exento de imprecisiones, porque “la neta es chida, pero inalcanzable”.

Pero dar la vuelta por las viviendas de Colinas de Santa Fe, más la fama de los tiroteos que aquí han ocurrido, lleva a pensar que este populoso centro urbano en las afueras del puerto de Veracruz sigue siendo un territorio peligroso más allá de un montón de casas amontonadas en ese orden monótono que llaman dúplex, bajo la luz de un sol abrasador.

Entre dunas, calles asfaltadas, negocios montados muy improvisadamente, aquí algunos jarochos hacen su vida lejos del bullicio turístico del bulevar o de La Parroquia. Es la cara del Veracruz de los suburbios, los alejados de la ciudad, casi marginados; al menos esa es la percepción.

Colinas de Santa Fe es un conjunto de hogares donde su fama tiene que ver no sólo con enfrentamientos entre delincuencia organizada y fuerzas del orden desde hace varios años. Es también, de unos meses a la fecha, el centro neurálgico de la esperanza perdida; representa el limbo en donde se permite entrar a los mortales que aún viven y buscan a los desaparecidos.

Es, pues, un cementerio clandestino donde sicarios enterraban a sus víctimas, de acuerdo a testimonios que llegaron a ser reforzados con la imagen de un mapa detallado que llegó a manos de familiares para indicar en donde estaban los cuerpos.

Un amigo periodista de Córdoba nos platicaba que en el asunto de buscar a los desaparecidos en fosas, tiene qué ver mucho con la Iglesia Católica. Que los sacerdotes hacían exhortos en misas oficiadas a sus comunidades para que de manera anónima dejaran un recado sobre dónde podrían estar restos humanos, y por arte de magia aparecieron en las cajas de limosna cartas y mapas de algún cristiano arrepentido para ubicar a los muertos.

De ahí que en asesoría con otros grupos de búsqueda en el país, comenzaron con el “varillaje”: hundir una varilla de metal en tierra removida y oler la punta. Si hay sospecha de que se dio con una fosa clandestina, esta se marca y se escarba. Los restos descubiertos se entregan a la Policía Científica para su posterior identificación.

UN LUGAR COMÚN

Ubicado en la zona norte de la ciudad de Veracruz, Colinas de Santa Fe es común para los que vienen de Xalapa y pasan por la carretera que accede por la zona de los edificios viejos del recinto portuario.

Aparentemente es sólo un lugar más que ha hecho crecer al puerto de Veracruz como un gran mancha urbana que se ha ido extendiendo como virus.

Para los que aquí habitan, así como en comunidades alrededor, se sabía del movimiento de vehículos que se movían por la zona del vertedero de basura municipal antes de que esos terrenos se convirtieran en propiedad federal por la ampliación del nuevo puerto.

Otro camino, a una cuadra y media de un Yepas (ya sabe, la competencia del Oxxo) inicia con una rodada de tres kilómetros que lleva desde Colinas de Santa Fe hasta un predio rodeado de dunas y matas espinosas. Ahí en medio están las fosas, los restos, la muerte.

Este jueves, un par de reporteros chilangos se encontraban apostados en las afueras, recién llegados del aeropuerto, con maleta en mano y dicen: “es que llegaron tarde, había un montón de flota que entró por la fuerza al sitio porque no los dejaban pasar. Entraron como 50, luego salieron un poco más tarde y adentro siguen el Colectivo Solecito y el Fiscal”.

Una hora después, una caravana con vehículos todo terreno y guarros armados, aparece en dicho camino. Es el Fiscal escondido en su Cherokee polarizada. No habla con medios, simplemente se va. Atrás se quedan varios policías que reciben instrucciones de no dejar pasar a nadie, menos a medios, porque ese fue el acuerdo con el colectivo… y así cumplieron: por ahí ya no se pudo pasar.

UN CAMINO ALTERNO

Nos acercan a la famosa rodada por un camino alterno, pero tenemos que caminar todavía como medio kilómetro para llegar hasta donde está el campamento más grande de fosas clandestinas. Es como un solar rodeado por colinas de mediana altura, arbustos y basura.

Se ve un reguero de platos de unicel y el sonido intermitente de algunas moscas. La idea es treparse a la duna para agarrar desde arriba todo el terreno, pero había la sospecha de que quizás habría policías vigilando. Ahí vamos pa’ arriba, dejando medio bofe en el intento y causando una deshidratación inmediata. Allá en el cielo se ven los zopilotes como diciendo “carnita fresca”, pero al final de cuentas llegamos a cima, nos tiramos a la arena como apaches y luego a levantarnos porque tanta faramalla no sirvió de nada: no había nadie en el campamento, excepto unas lonas y las cintas amarillas para cubrir el área.

No se puede decir que apesta, pues pese a la relativa cercanía al basurero y a los vientos que pululan, no huele a nada, pero ahí está: es el campamento de quienes siguen buscando a sus familiares en fosas clandestinas. Ahí donde llegó el Fiscal y se tomó la foto para luego emprender la graciosa huida, mientras su jefe el gobernador decía que el tema lo iba a tratar directamente el titular de la Fiscalía… Es decir, ni uno ni el otro informan nada, pero son buenos para echarse la bolita.

Finalmente hay que regresar. Ya vimos las fosas, se les fotografió, se les grabó en video. Nos platican en la zona que regularmente está solitario el predio y pocas veces se ve tanto policía en la zona. Les explicamos que hoy llegó el Fiscal a ver las fosas y por eso el operativo policiaco.

Pero sí, al final de cuentas, fuimos testigos de que ese cementerio quedó nuevamente abandonado, luego del ajetreo y presión de los medios para que los dejaran pasar. Los del Colectivo Solecito acudieron al novenario de Pedro Huesca Barradas, el agente del Ministerio Público cuyos restos fueron encontrados ahí, donde no huele a nada, pero se siente el hedor a muerte.