ColumnaSinNombre: PGR EXHIBE Y DESMIENTE A YUNES LINARES… OTRA VEZ

En el deseo de que no fuese realidad por aquello de que institucionalmente no nos conviene a los veracruzanos que estén peleados gobiernos federal y estatal, pero pareciera que ahora hay un nuevo frente abierto (innecesariamente) entre la administración de Yunes Linares y la de Peña Nieto.

Y es que desde el Altiplano, vía columnistas y editoriales en medios nacionales, en las recientes horas le han estado enviando mensajes al gobernador de Veracruz sobre el caso Duarte.

El despapaye comenzó por la captura del gober prófugo, Javier Duarte, en Guatemala. Desde ahí, el gobierno federal de inmediato celebró la captura y varios actores políticos nacionales y en el estado comenzaron a darle crédito al gobierno de Peña Nieto.

Por su parte, Yunes Linares se abstuvo de hacer comentario inmediato alguno y sólo anunció que daría un mensaje a medios el pasado domingo a mediodía. Para varios periodistas era muy predecible que Yunes iba a querer colgarse la medallita, y si bien se le puede conceder que formó parte de las denuncias, su mensaje fue verdaderamente pésimo y mal redactado. Una obra pura de autofelación.

Pero el asunto es que quien de inmediato le contestó fue la misma Procuraduría General de la República (PGR) al decir que fueron las denuncias de la Auditoría Superior de la Federación las que originaron la detención de Duarte de Ochoa y no las interpuestas por Yunes.

De hecho, los mensajes recientes en columnas son en ese sentido: que en el gobierno de Peña Nieto están molestos porque Yunes politizó la captura del gordito y quiso atribuirse todo el mérito. De ahí que también se hiciese una campaña muy sutil para que el gobierno federal saliera a la palestra como el héroe de la película, papá.

Este martes le mandaron mensajes a Yunes para reiterarle que hay descontento; en el diario Reforma –el favorito de la administración estatal– ya le pusieron en editorial que ahora que Duarte está preso ojalá Yunes se ponga a trabajar: “AHORA que el gobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, dice que ya cumplió su promesa de campaña de meter a su antecesor Javier Duarte a la cárcel, hay quienes se preguntan si ya va a meter el acelerador en su gobierno. PORQUE los primeros cuatro meses y medio de su administración se la ha pasado cazando duartistas y peleándose con Andrés Manuel López Obrador pero poco o nada se ha visto de acciones concretas de su administración en otros frentes. Y, NO ES por apurarlo, pero la minigubernatura del panista sólo durará 24 meses y, para muchos veracruzanos como que ya va siendo hora de que se ponga a trabajar en temas apremiantes como la inseguridad y la pobreza, por ejemplo”.

Al mismo tiempo, la PGR también exhibe al gobernador veracruzano al preguntar por el destino de 420 millones de pesos que le entregó el procurador Raúl Cervantes. En el diario El Universal, Salvador García Soto, en su columna “Serpientes y Escaleras”, subraya: “Sigue el enojo en el gobierno federal por la “burda maniobra política” de Miguel Ángel Yunes al colgarse la medalla de una detención en la que no participó. De hecho, en la PGR se quejan de que Yunes politice el tema, cuando ni siquiera ha terminado de comprobar los 420 millones de pesos que le entregó públicamente el procurador Raúl Cervantes entre noviembre de 2016 y enero de 2017. A la fecha el gobernador panista sólo ha podido comprobar 350 millones y del resto no ha entregado comprobación. Así que desde el Paseo de la Reforma le mandan un mensaje al grillo de Xalapa: que en vez de andar politizando y colgándose de investigaciones federales mejor atienda la inseguridad que sigue creciendo en su estado”.

Y como remate, este martes apareció en la bandeja de varias redacciones un boletín muy curioso donde el “Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República” detuvo a integrantes de la delincuencia organizada en Boca del Río, cetro del poder de los Yunes.

En dicho comunicado (donde no pelan ni a la Fiscalía General del Estado, ni a la Policía Estatal) comentan que detuvieron a Juan Manuel “N”, presunto integrante de un grupo delictivo que opera en la zona de Boca del Río, a quien le atribuyen el secuestro del director de Seguridad Ciudadana del ayuntamiento boqueño, el General Martín Cordero Luqueño.

Es decir, las fuerzas federales sí hablan de un secuestro que quisieron negar desde Palacio de Gobierno y hasta empinaron al mismo militar a desmentirlo frente a los medios de comunicación.

“Asimismo, existen elementos para presumir que el 5 de abril de 2017, coordinó el secuestro del director de Seguridad Ciudadana del ayuntamiento de Boca del Río”, dice textualmente el boletín.

¿Será que ahora quiera el Gobierno de Yunes desmentir a la PGR? Al contrario, el gobernador tuvo que hasta retuitearlo y agradecerle a la dependencia que tiene molesta por su protagonismo.

EPÍLOGO PENTHOUSE: Que a diferencia del Fiscal Winculín (quien viaja todos los días a Boca del Río) quien acondicionó todo un piso de la torre de Seguridad Pública, en Xalapa, como departamento de lujo fue el secretario Jaime Téllez Marié. Así como los policías de la vieja escuela que duermen donde trabajan, comprometidos con la chamba. Con razón no le aceptan la renuncia.

EPÍLOGO ÁMBER: Ya preocupó la ausencia de dos días del incomprendido “Cáscara” en Veracruz… ¿Alguien lo ha visto? ¿Se habrá ido a Guatemala a interrogar a Duarte?… El asistente de prensa del diputado federal Sáenz Soto nos da la pista: andaba tomándose fotos con la aspirante panista a la Presidencia de la República, Doña Margara Zavala, en la Ciudad de México… Mientras Veracruz, bien, gracias, chido.

@pablojair

CUANDO EL GRUNGE MURIÓ

Hace 23 años, en un canal donde pasaban videos musicales las 24 horas y que se llamaba MTV (sí, es el mismo de ahora, pero no con la porquería de programación que pasan ahora), hubo una noticia que impactó a los adolescentes de entonces: Kurt Cobain se había suicidado de un escopetazo en la barbilla y fue encontrado en su casa en Seattle.

Fallecía entonces uno de los grandes íconos del rock. Uno más del club de los 27. El último de los grandes rebeldes que a su vez dio comprensión a muchos que en ese entonces pululábamos entre caguamas tomadas a escondidas, fumábamos Alitas, sacábamos la lira para tocarla con la palomilla hasta altas horas de la madrugada, y escribíamos a escondidas porque no todos comprendían tus ideas y forma de ver el mundo.

Cobain era un inadaptado al mundo, aunque yo creo que más bien el mundo no estaba adaptado para Kurt… y muchos nos sentíamos así.

Y no, no había redes sociales, ni celulares para andarle contando a propios y extraños cómo nos sentíamos con dibujitos lelos. Era una realidad muy diferente a la de ahora: yo creo que más real y sin tanto mamaseo virtual.

Recuerdo que en ese entonces quien más resintió la muerte de Cobain fue mi broder Armando Preciado (sí, aquí guardo tus llaves, no ‘tes chingando), pues era quien más estaba sumergido en las letras de Cobain. También me acuerdo que entre las noticias posteriores a la muerte de Kurt, se hablaba de que Michael Stipe, su compadre, le había propuesto tener relaciones homosexuales; y que Eddie Vedder, sumido en la tristeza, estaba pensando seriamente en disolver Pearl Jam.

SEATTLE, WA – APRIL 10: Fans of Seattle-based grunge rock star Kurt Cobain burn a poster bearing his photograph and reading “I Love You” during a vigil in his memory 10 April 1994 at the Seattle Center, WA. Cobain, lead singer of the group Nirvana, was found dead 08 April of a self-inflicted shotgun wound to the head. He was 27. About 5,000 fans attended the vigil. (Photo credit should read THERESE FRARE/AFP/Getty Images)

Tampoco puedo negar que como buen villamelón secundariano, a Nirvana -la emblemática agrupación- la conocí por el amigo Aroche que en la secundaria me roló el cassette de “Nevermind”, que se convirtió en un álbum de culto para la posteridad. De ahí, era inevitable no escuchar la desgarradora voz de Kurt Cobain y sus riffs descompuestos, poderosos, de una guitarra próxima a sufrir la tortura de estrellarse varias veces contra el piso. Era inconfundible los solos de bajo (no sé mucho de música ¿se le dice así?) de Chris Novoselic tan lúgubres o tan animosos; o la ruidosa bataca de un Dave Grohl que hoy conocen como el vocalista de Foo Fighters.

Nirvana creció y maduró, tal como sus fanáticos lo hicimos. Vimos pasar videos como “Heart Shaped Box”, con todo el estilo plástico-visual de Cobain, o escuchar completo el “In Utero”… Recuerdo que precisamente por la falta de internet, pocos sabíamos que existía un disco llamado “Incesticide”, y pasó desapercibido para nuestras mentes.

Cuando revivió Nirvana e hizo sentir nuevamente su poder, fue al realizar aquel solemne Unplugged que se convirtió en otra expresión artística de culto; era como un funeral jarocho, alegre, picarón, con velas y motivos púrpuras, a veces luces rojizas; un Cobain tranquilo, un Novoselic juguetón, un Grohl apaciguado. Aquella grabación en Nueva York nos dejó un Nirvana distinto, el acústico, el creativo, el Cobain que se equivoca en “Pennyroyal Tea”, el desconocido Pat Smears con una guitarra tricolor; la intervención de músicos invitados y los Meat Puppets, ídolos de Kurt. El cierre con el blues de Leadbelly muy al estilo alternativo: “My girl, my girl, don’t lie to me / Tell me where did you sleep last night?”.

Hoy hace 23 años, mi hermana y yo estábamos estupefactos viendo las noticias de MTV (sí, millenials, “emtivi” tenía noticiero) haciendo la cobertura del suicidio de Kurt Cobain. Ahí se veían a los grungeros “seatlenses” llorando a moco tendido por la gran pérdida, mientras millones, del otro lado del cristal, guardábamos minutos de silencio sepulcral: había muerto Kurt Cobain y no precisamente por un pasón. Los fanáticos de la conspiración incluso dicen que su vieja Courtney Love lo mandó matar.

Kurt no sólo era el frontman de Nirvana. Fue el último líder de una Generación X muy vigente, con una conciencia más clara y menos pegada al celular. Fue un portavoz de quienes se sentían desdichados, incomprendidos. Los freakys, los nerds, los sabelotodos, los poetas malditos, los bohemios de las esquinas, los rockeros que viajaron desde los 70 hasta los 90 porque el glam ochentero sólo aputangó al rocanrol.

Se extraña a Kurt. Como nos hace falta en tiempos del muro de Trump. Se nos fue hace 23 años, cuando apestábamos a espíritu adolescente.